Es difícil imaginar este refugio de calma tan cercano a la Ronda General Mitre y la contaminación acústica que hay alrededor. Se trata de una comunidad de vecinos construida a semejanza de la Alhambra de Granada y el porqué a toda esta fastuosidad lo explica una historia de amor.
La historia parte de un capricho que tuvo un señor alemán, dicen que berlinés, y que era propietario de una imprenta en la Barcelona del s.XIX. Este, estaba casado con una granadina que se moría de pena por su ciudad natal. Su marido mandó construir una casa en la que ella se sintiera como si estuviera en la misma Alhambra, y así curar la nostalgia de su mujer.
El estilo Andalusí de este edificio representa también el momento arquitectónico por el que pasaban muchas ciudades europeas a finales del S.XIX. El auge del estilo Oriental en la arquitectura de finales del S.XIX: La Casa Vicens de Gaudí, la Plaza de Toros Monumental de Manuel J.Raspall (1910) o los Baños Orientales de la Barceloneta de Font i Carreres, hoy día desaparecidos, son algunos ejemplos.
Una especie de complemento al Neomudéjar que por entonces estaba tan de moda en toda la Península: en Toledo, Madrid, Zaragoza, Teruel…la lista de ciudades y edificios es interminable.
Se empezó a construir con influencias Orientales, fue entonces cuando España empezó a valorar su Patrimonio arquitectónico de herencia Andalusí: la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o la Giralda de Sevilla.
A pesar de esta reconciliación con el mundo árabe, Londres ya nos había adelantado con la construcción del Royal Alhambra Palace Music Hall que fue demolido en 1936, Leeds ya valoró el estilo Oriental en 1866 con los Baños Orientales, en Palermo se había restaurado ya el Palacio de Zisa, y por si no fuera poco, en Stuttgart, Guillermo I hizo construir el Wilhelma, un zoológico y un jardín botánico con una puerta inspirada en la Alhambra de Granada.
Todos estos arquitectos que apreciaron la arquitectura Morisca, trabajaron a partir de los recuerdos que guardaban de sus viajes al sur de España y a la actual Argelia y Marruecos.
Paradojamente, en España este revival no nació por su legado Andalusí, sino más bien por influencia del exterior. A través de los textos de los escritores viajeros del Romanticismo – Washington Irving, Lord Byron, Richard Ford, Théophile Gautier o Viollet-le-Duc – se redescubrió la belleza de la Alhambra.
De esta forma, el público español, empezó a valorar las costumbres, las artes y la arquitectura Oriental. Y fue entonces cuando nos pusimos las pilas con el Neomudéjar y a ponerle toque Oriental a todo.
Esta es la parte más lamentable del revival morisco, a principios del XIX, la arquitectura árabe parecía avergonzarnos y hasta que no llegó el turista de turno no le bailamos el agua.
he leido este post de tu blog…me parece increible que hayan lugares asi de escondidos en nuestra ciudad. Seria posible saber la direccion exacta? me gustaria poder disfrutar de ese rincon. muchisimas gracias y enhorabuena por tu blog.
Gracias por tu comentario!! Hay una serie de pistas en el post:
1. «Hemos explorado la zona alta de la ciudad…»
2. «..tan cercano a la vía que encabeza el Ranking de contaminación acústica de Barcelona…»
3. » ..la Barcelona de finales del S.XIX la que acogió a un señor alemán..»
La última pista es clave para averiguar el nombre de la calle donde se encuentra la Alhambra Secreta. Hace referencia a la nacionalidad de este señor!
Espero que te sirva de ayuda para encontrar este tesoro!
me podéis ayudar a encontrar el sitio donde está, por favor
se puede entrar en el edificio?