VIAJE A LA BARCELONA SECRETA

Rutas culturales por Barcelona

En el lugar adecuado, en el momento preciso Homenajes

LA CIUDAD DESDE EL EXTRARRADIO


Hoy cumplimos dos meses de Viaje a la Barcelona Secreta y, como cada final de mes, subimos de un nuevo a un mirador para sacar la brújula y buscar de nuevo el Norte.

Este es uno de los miradores que más frecuento, no por la belleza que ofrecen sus vistas sino por la cantidad de recuerdos de infancia y adolescencia a los que me transporta. De toda esta vista que tengo delante, conozco la recién (in)evolución de todas y cada una de las fábricas, de los edificios, de los nuevos rascacielos, de las calles y las plazas. Una panorámica asociada a mis ratos de calle,  a la pandilla y a los primeros años de exploración de nuestro entorno: edificios en obras, fábricas abandonas y hasta un Cuartel Militar!
No han pasado tantos años y ya todo ha cambiado mucho, de aquellos lugares polvorientos y en ruinas tan sólo queda una fábrica textil y unos almacenes que siguen en pleno abandono.


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Donde ahora está la radio local, recuerdo que antes había una fábrica que la dejamos sin rincón por explorar, aquella estaba muy ruinosa! Al fondo de la panorámica, se divisa una línea de rascacielos y centros comerciales, esta zona ha sido totalmente desnaturalizada. Antes era una campa, algunos padres de amig@s tenían allí su huerto para echar un rato tras un turno en la SEAT, también muchos gitanos dejaban allí los caballos, y la gente aprovechaba el terreno para quemar rastrojos. Nosotros también acudíamos hasta allí, buscando una salida al laberinto de calles, nos dejábamos caer en una ancha campa como un campo de Castilla, y desplomados, presenciabamos los atardeceres que desde el oeste de la ciudad aún se pueden ver.
Y cuando estábamos muy rabiosos, nos sumergíamos de nuevo en el entramado de calles,  subíamos hasta las vías del tren y allí pagabamos toda la ira adolescil a pedrada limpia.

Al cabo de unos años, ya eramos unos expertos exploradores. Se nos presentó ante nosotros un gran terreno por inspeccionar, fue como si la Royal Geographical Society hubiera venido al  barrio y nos confiara la exploración de las Fuentes del Nilo, una gran batida!
Donde hoy día se dicta sentencia y se confirma condena, antes había un cuartel militar, el llamado Cuartel de Lepanto. Gracias a la abolición del Servicio Militar, aquel recinto quedó a disposición nuestra. Todas las estancias intactas: gimnasio, calabozos, habitaciones, enfermería, cocina, patio de armas…. todo aquello era tan grande, que incluso había veces que los perros ni nos olían el rastro. Aunque no todos los días corrimos la misma suerte…!


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