Al igual que una bodega no llega a serlo sin el paso del tiempo, este es otro rincón que se vale de los años para ir forjándose.

Cuando un@ entra a este lugar, es testigo de fragmentos de tantas vidas como gente ha pasado por aquí. A través de sus objetos, depositados como si de un Gabinete de Curiosidades se tratara, un@ tiene la sensación de estar viajando a través de  una línea ilusoria y mágica.

Títeres y marionetas pendiendo de hilos ya desgastados, otros recién estrenados y muchos en fase de construcción.

Los títeres que habitan en este lugar se amontonan de una forma tan consecuente como el propio transcurso vital. Las cosas se han ido depositando, o se han ido colocando por sí solas, de una forma tan inalterable como el ciclo natural de los cambios de estación.

Involuntariamente, la fuerza de la inercia ha dejado aquí un Mosaico Indisciplinado.

La primera impresión que nos transmite este lugar es afín a la filosofía creativa de la escuela que aquí se imparte. Las bases de ésta alma máter proceden del legado que dejó su fundador, Pepe Otal, quien trasfirió a través de los hilos, una forma de pensar acorde con el sentido de ver su vida.

Hablando con Jesús Atienza, fotógrafo oficial del taller y amigo de Pepe Otal, nos aproximó al mundo de las marionetas y dialogamos sobre la creatividad en el individuo. De esa conversación salieron sus ideas, tan ligadas a la filosofía del taller:

Las marionetas en la sociedad:

El mundo de la marioneta tiene algo mágico, cualquier antropólogo que quiera estudiar una cultura, lo primero que se le presenta son las marionetas de esa civilización. 

Las marionetas están mal entendidas como un juego para niños cuando realmente es una cosa mucho más seria, un juego de adultos que deberíamos seguir. Una recreación determinada por la creatividad del individuo en la que tienes que ser lo suficientemente abierto como para aceptar ese juego.

La máscara y las marionetas han tenido total impunidad desde el mundo de los griegos, solamente las marionetas podían hablar porque no tenían alma, podían decir lo que los humanos ocultaban, es el cambio de rol y de papel.

La creatividad y la disciplina:

Si hay algo que atenta contra la creatividad, es la disciplina.

De la anarquía sale la parte creativa y la disciplina mata la espontaneidad. No hay forma artística que no nazca del desahogo, del afán de libertad y de la ausencia de sentir miedo a equivocarse.

Es contradictorio llamar al arte cultura oficial.

La creatividad es anárquica y visceral, donde hay visceralidad  hay error, o genialidad, nunca se puede predecir.

Hasta que no nos dejamos caer por este lugar, no nos percatamos de la importancia del papel de La Máscara, una la prolongación del juego infantil en la vida de los adultos. Oficialmente, es una pieza tan sólo relegada al folclore, a pesar de poder ser utilizada como un elemento para un juego eterno. La Máscara nos permite mantener viva la espontaneidad y la creatividad, así como la ausencia del miedo a caer en el error que un niño no conoce.

El único miedo a conocer es que Barcelona trade mark acabe llegando aquí también, perdiendo así la magia que conserva este lugar. Confiamos en la nueva generación de titiriteros que actualmente gestionan este taller!