Nuestra referencia en el mapa del tesoro es un faro Modernista, de esos de cristal tintado y protegido por una forja de hierro.
– Allí está! El foco de luz ilumina un gran portalón, entramos y subimos una escalinata de mármol blanco que nos invita a pasar. Tras el último peldaño, topamos con una Estatua de la Libertad, esto nos gusta! En esta casa se posicionan desde el felpudo! Ante todo, federalismo!
La élite intelectual que fundó este lugar no se andaba con tonterías. En aquellos años, a finales del S.XIX, la libertad del individuo y la justicia social se buscaban a través de la vía del conocimiento.
Es por ello que hemos decidido viajar hasta el 1895, buscando las bases de una libertad que no está escrita en un billete de avión.
A través de estanterías más que centenarias nos guiará, Josep Brunet, gerente del Patronato de la Biblioteca Arús. Nos encontramos en la que fue la primera Biblioteca Pública de Barcelona y, curiosamente, abierta para la clase trabajadora.
Josep Brunet, nos cuenta que esta idea de ilustrar a la clase obrera fue originaria de Rosend Arús, un referente en la masonería catalana moderna. En su testamento, donó su vivienda para albergar en ella una biblioteca. Con el fin de alfabetizar a los trabajadores al salir de las fábricas, una alternativa a la taberna.
Una vez difunto el Sr.Arús, Valentí Almirall y Antoni Farnés fueron los responsables de habilitar la vivienda en Biblioteca. Además, incorporaron una sala de música para instruir a la nueva clase trabajadora.
Entramos en una época en la que las corales viven un Siglo de Oro, un ejemplo es la fundación de la Federació de Cors de Clavé que lo formaba, en su mayoría, obreros que adquirieron un conocimiento cultural a través del canto y la música.
Por entonces, la biblioteca estaba también vinculada a la AIT de Eudald Canivell, fundador también del actual Centre Excursionista de Catalunya, por si al trekking no le encontrabas aún vinculación sindical.
Tanto movimiento obrero nos mosquea un poco…por qué hombres de la talla de Rosend Arús o Valentí Almirall decidieron dedicar tantos esfuerzos a una clase obrera analfabeta? Parece todo muy idílico y celestial esto de instruir a los trabajadores. Esto no está escrito, pero está claro que no hay mejor fórmula para ganar adeptos que instruyéndoles bajo tus creencias, para ello necesitamos una clase analfabeta numerosa. También les enseñaremos a cantar!!! Harán difusión por las tabernas!
Sentimos romper la magia!
El fondo bibliográfico de la Bibioteca Arús, se compone de obras sobre la Masonería y el Movimiento Obrero de finales del S.XIX y principios del S.XX. Un material que sobrevivió a la persecución masónica que impuso la Dictadura de este país, cualquier documento que se confió a la Biblioteca Arús, estaba a salvo de la quema de brujas:
«Si me las quedo en casa, la poli se las lleva, si las dejo en el Sindicato se las llevará alguien, mejor las dejo en la Biblioteca que aquí no vendrán»
En ella se conservan documentos como las Actas de la Primera Internacional , un Justiniano impreso a finales del S.XV por Scheffer, socio industrial de Gurtenberg. Además de carteles del Movimiento Anarcosindicalista de finales del S.XIX y principios del S.XX, partituras, un fondo taurino muy curioso, filatelia masónica y un gran número de objetos de gran valor del oficio y la clase masona.
Tanto su Patrimonio como el local de esta Biblioteca, han sobrevivido a las vicisitudes del S.XX. Nada ha desaparecido, los salones, las aulas de lectura y la sala de música siguen intactos.
Josep Brunet nos cuenta que hubo mucha habilitad por parte del Patronato de la Biblioteca para asegurar la supervivencia de su Patrimonio. Una vez empezada la Dictadura, la Biblioteca se anticipó y cerró automáticamente. Bajo ninguna orden.
Además, y a pesar de las disposiciones del Régimen, cuando se trataba de Masonería, todo quisqui tenía un antepasado masón. Secretarios de Alcaldes o Jefes Superiores de la Policía, hacían la vista gorda a la Biblioteca Arús, quizás por no clavar una espinita en el apellido familiar. De esta forma, Franco y la dictadura, hizo caso omiso a lo que se cociera aquí dentro.
Tener este lugar de uso público y poder estudiar aquí, es todo un privilegio. En salas Decimonónicas y rodeados de obras que, en su día, se colocaron aquí con la intención de poner el conocimiento al alcance de todos. Obras sobre la Masonería y el Anarcosindicalismo en estanterías que aparentemente tan sólo parecen eso, estantes antiguos; aunque hay más de una puerta falsa que conduce a pasillos secretos. Pero esto último lo vamos a dejar aquí, y así conservar la discreción que tanto caracteriza al mundo de la Masonería. www.bpa.es